Somos un santuario equino, que alberga víctimas del maltrato hasta el fin de sus vidas, brindando el tratamiento y amor que necesitan para tener la vida digna que nunca tuvieron.
Nuestra población está integrada por caballos descartados de deportes, ancianos, discapacitados y mamás rescatadas de los carros, preñadas y actualmente conviven con sus hijos en libertad.